8 al Cubo
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- 2006
(Fotos: Christobal Palma)
La casa fue pensada para ser habitada durante los fines de semanas; ocasiones excepcionales donde las personas, por un lado, habitan los espacios durante largos periodos de tiempo, y por otro, hacen uso de los lugares de una manera más distendida y contemplativa a la vez.
Por esta razón, el proyecto pone el acento en tres cosas: Primero, y con la intención de hacer que el espacio cambie durante el transcurso del día: utilizar la sombra como cualificadora del espacio. Segundo, con el objeto de poder hacer un uso flexible de los lugares y acoger así tanto el retiro individual como la fiesta colectiva: acentuar la indeterminación de los limites tanto físicos como programáticos. Y tercero, con el fin de ejercer la libertad y aumentar el tamaño aparente de la casa; multiplicar los recorridos.
Así, la organización se realiza entorno a un ambiguo patio central semi-cubierto, donde el movimiento constante de luces y sombras, sumado a su perímetro de cristal, hacen difícil percibir que parte de la planta pertenece al interior y cual al exterior. La cubierta de la casa está mayoritariamente soportada sobre pilares que han sido dispuestos azarosamente, evitando de modo intencional la retícula ortogonal, para alivianar el peso del plano superior y acercarse mas a la idea de un bosque. Por último, la planta entrega variadas maneras para desplazarse de un recinto a otro, ya sea atravesando el patio o moviéndose alrededor del perímetro exterior.